Digamos que la primera vez que reflexionas sobre algo tendrás en tu cabeza muchísimas preguntas sin respuesta. ¿Para qué reflexionar entonces? Te preguntarás. Pues todo esfuerzo tiene su recompensa y reflexionando intentarás responder a las máximas preguntas que puedas y poco a poco comprenderás más cosas y encontrarás gran placer en practicar la reflexión.
Dicho así parece que reflexionar forma parte de una especie de ejercicio de yoga o parecido, pero no será tal cuando lo tomes como parte de tu vida. Reflexionar formará parte de ti misma/o porque será lo primero que harás antes de hacer o decir cualquier cosa.
Nuestra mente es un diamante en bruto, es cierto que al principio puede costar un poco pero cada día a pasos gigantes irá cambiando tu lógica sobre los temas, te conocerás mejor y entenderás antes las cosas.
Hablo de reflexionar sobre uno mismo, porque a mi entender es lo primero y más importante. Luego arreglaremos el mundo pero primero, ¿porqué eres así?
Mónica Lemos ha dicho
Hola Andrea!
No es que haya cambiado, es que no suelo compartir este tipo de posts. Tengo que hacerlo más… Pero es que cambia cuando hablas desde una perspectiva más objetiva o más personal o trascendental… No tiene nada que ver claro!
Claro, las reflexiones son muy útiles y te ayudan a tomar conciencia y conocerse a una misma.
Gracias por comentar
Muack
P.d. Me encantan tus comentarios 🙂
Andrea Goro ha dicho
Totalmente de acuerdo, no sólo tenemos que reflexionar sobre el mundo que nos rodea sino también sobre nosotras mismas, que somos quienes percibimos todos los estímulos alrededor y les damos un sentido. Hacerse preguntas es adictivo… Es maravilloso poder dudar, contemplar una u otra posibilidad, imaginar, razonar… ¡Para eso estamos hechas! ¿No?
Oye, viendo esto de 2015 me ha impresionado lo mucho que ha cambiado tu forma de escribir, antes eras más poética, ¿no? y menos funcional. Mola ver cómo una persona va cambiando su forma de expresarse. Justamente (mientras PROCRASTINABA por no ponerme a estudiar) he abierto un diario de 2013 y me he sorprendido a mí misma desde el pasado 😉 Estaba más loca que ahora.
Un abrazo