Superhéroes como tú

»Decidí crear este blog en 2014. Llevaba tiempo escribiendo sobre temas variados, pero me apetecía probar un nuevo formato para llegar a más gente. 

Considero que un vídeo es más directo que un artículo y permanece en la mente de las personas que lo ven por más tiempo. Hoy en día lo que se busca es acceder a la mayor cantidad de información en el menor tiempo posible.

Cada vez, los usuarios de internet son más «vagos» y están expuestos a más contenido. Supongo que una tiene que adaptarse a los tiempos, intentando no perder su esencia.

Además, ese año empecé a interesarme mucho más por la sociología y aumentaron mis ganas de analizar el mundo en que vivo.»

»Creo que mi blog no es un buen ejemplo de diseño o funcionalidad. Mis conocimientos sobre usabilidad son muy limitados y de diseño gráfico no tengo ni idea. Sin embargo, las plataformas Blogger o WordPress me parecen de lo más intuitivo y me han facilitado mucho la tarea. He ido aprendiendo con el tiempo y también he leído entradas en muchos otros blogs para resolver problemas. ¡En la blogosfera hay de todo!

El logo lo dibujé a mano y lo mejoré con Photoshop. Ese señor enmascarado y barrigudo no es ni mucho menos una obra maestra, pero resume bien la esencia de la página: gente ordinaria haciendo cosas fantásticas.

La canción salió un día que estaba inspirada con la guitarra y un amigo americano me corrigió la letra (¡tenía errores gramaticales al principio!). La grabé con el programa GarageBand que viene por defecto en los ordenadores Mac. Espero poder hacer una en español muy pronto.

Soy muy partidaria de que todos hagamos lo que nos apetezca, aunque no tengamos talento. Algo creado por ti tiene mucho valor, aunque sólo sea por haberlo intentado. Aún así, cuento con acudir a un diseñador gráfico de verdad y grabar la canción con alguien más entendido.»

»Me gustaría concienciar a la gente del poder que en realidad tenemos para cambiar las cosas. No creo que mi familia, amigos o compañeros de trabajo sean personas malas o insensibles, sino acomodadas y conformistas.

Cada vez que alguien pregona que es posible hacer un mundo mejor, todos sienten compasión y piensan: «¡Qué iluso!». (¡Yo también lo pienso de mí misma a veces!) Pero a todos nos llena de esperanza ver ciertas cosas y ciertas conductas (que son las que quiero mostrar en los vídeos, precisamente).

No soy más que una persona joven buscando maneras de vivir de la forma más ética posible en esta sociedad. Pero no impongo lo que yo pienso, sólo expongo lo que voy descubriendo.»

»¡Muchas cosas!

En primer lugar, que puedo expresarme; en segundo lugar, que puedo mejorar, aunque sea un poquito, las vidas de otras personas y en tercer lugar, que me divierto mucho mientras trato temas que me preocupan.

También me gusta poder experimentar con la temática y la estructura de los vídeos.

Como en tu blog tú eres la jefa, te sientes muy libre.»

»Mi primera publicación fue en Junio de 2014, por lo que el blog ya tiene un año y medio.»  (ahora 3 años)

»Vídeos sobre iniciativas sociales inspiradoras, ecología y demostraciones de altruismo que me encuentro en mis viajes.»

»Depende un poco de cuáles sean los objetivos de esa persona.

Siempre animo a todo el mundo a que haga lo que le apeteza (sin perjudicar al resto). Si te hace feliz hablar de los tomates de tu huerta y compartir con el mundo qué fertilizantes y cuidados utilizas, adelante. Si sientes que tienes algo de valor que aportar a la red, no tienes nada más que abrir un blog y ponerte a escribir o a crear.

El mundo necesita más gente apasionada con las cosas que hace. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es muy difícil crear contenido nuevo y original; estamos en una época en la que la gente ya ha visto de todo y sólo van a «comprar» aquello que sea diferente.

Alcanzar un alto número de seguidores, a quienes interesen tus publicaciones, cuesta tiempo y trabajo (¡a veces, no llega nunca!). Pero eso no quiere decir que lo que estés haciendo no merezca la pena.

Hace años cantaba en un coro y siempre recordaré esta anécdota; nos habían llamado para actuar en algunas iglesias y espacios perdidos por la geografía gallega y en un par de ocasiones, sólo teníamos dos filas de público. Aún así, salíamos a cantar con una sonrisa, y qué bien sonaba, porque habíamos trabajado mucho. Supongo que a esas doce personas les dimos un buen espectáculo y sólo por eso ya valió la pena. ¿Si hubiésemos puesto un cartel en la puerta hubiese venido más gente? Posiblemente. Para la próxima vez ya lo sabíamos.

Con las estadísticas del blog, igual. Si ves que no mueves tráfico, intenta otras maneras, pero siempre disfrutando mucho y sin obsesionarse 🙂 »

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Imagen de fondo de Padurariu – Unsplash